Como lo prometido es deuda, heme aquí sentado escribiéndoles mis
impresiones de lo que fueron los recitales de Ilúvatar en Argentina (11 y
12/9). Digo los recitales porque los repertorios de las dos presentaciones
fueron distintos, cubriendo entre los dos toda la discografía del grupo
("Iluvatar" y "Children", mas el nuevo disco, rejunte de temas en vivo y
algunas novedades, "Sideshow"). Como grupo soporte toco' 2112, una banda
local con tendencias hacia el hard-progresivo, que tambien realizo'
repertorios diferentes en cada noche.
De 2112 no podria emitir un comentario justo, ya que lo que hacen no es mi
tipo de musica. Igualmente no puedo negar que sus integrantes tocan muy
bien, teniendo pasajes muy elaborados, aun cuando por momentos pareciesen
un grupo heavy.
Parrafo aparte para el solo de bateria de Sergio Moscatelli. La velocidad y
destreza con que lo ejecuta se llevaron la primera ovación en ambas noches,
siendo en la segunda reclamado desde el comienzo por la gente que ya los
conocía y/o por la que había asistido al recital del día anterior.
Con respecto a Ilúvatar, estuvieron simplemente fantásticos. No es por nada
que se los considera una de las revelaciones de los últimos años. La
ambientación que le dan a cada tema, con la mezcla justa de climas suaves y
potentes, está sumamente lograda, acompañada por la voz de Glenn McLaughlin
que, sin ser el Peter Gabriel del viejo Génesis, aporta sus matices y
especialmente el sentimiento que corresponde a cada frase de las letras.
Aquí debo hacer un par de menciones. Primero, los problemas de sonido, que
hicieron que el primer recital demorara bastante en comenzar y
transformaron la hermosa introducción a "In the eye" con que comenzaron el
recital en algo realmente desagradable. Con el transcurso del recital los
problemas se fueron corrigiendo, aunque todavía la guitarra nos depararía
un
par de acoples ensordecedores. En el segundo día la mayoría de los
problemas estaban subsanados (incluso los instrumentos de 2112 sonaban
mucho más definidos), salvo algún acople en el micrófono de McLaughlin
cuando se acercaba demasiado al borde del escenario (en Acatraz, donde
tocaron, los parlantes no están en torres a los costados sino colgando
sobre el escenario formando un arco que apunta al público). El otro
inconveniente fueron algunos problemas de voz en el cantante hacia el final
del recital del viernes, que fueron bien llevados por él hasta la
finalización del show. Debo agregar también el carisma que muestra para con
la gente, hasta me atrevería a decir la humildad. Destacable es que haya
tratado de comunicarse con la gente en su mismo idioma (con hoja de
apuntes, aún cuando el resultado no siempre fuera entendible), en lugar de
tomar la actitud de "nosotros somos del primer mundo, y si no nos entienden
mala suerte".
En cuanto a los músicos, ellos son: Dean Morekas en bajo (con la
particularidad de que toca descalzo!), Jim Rezek en teclados (encargado de
las ambientaciones), Dennis Mullin en guitarra (muy bueno) y Allen Brunelle
en batería. Este último es el tercer baterista de la banda, ingresado en la
primavera yanqui (nuestro otoño) de este año, en reemplazo de Rick
Fleischmann (que tocó en algunos temas del nuevo álbum), que a su vez
reemplazara a Gary Chambers, el baterista original, luego del lanzamiento
del segundo álbum. No escuché a los dos anteriores en vivo, pero Brunelle
para mi gusto no tiene nada que envidiarles.
En resumen, fueron dos recitales espectaculares, de lo mejor que he oído
hasta ahora (recuerden que no hace mucho que estoy en el ambiente), que
terminaron con promesas de prontos retornos y el cantante permaneciendo
junto al escenario estrechando manos con el público, firmando autógrafos y
recibiendo elogios por un trabajo magnificamente realizado.
Hernan Bertagni
Buenos Aires
Septiembre 1997
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