Que consiertaso mamma mia. Un poco más y muero de cáncer de progstata.
Y eso que las circunstancias no invitaban e incluso al principio se mascaba
la tragedia. Llegamos a Allumiere, un pueblo situado en media montaña, a
unos 10 km de la costa italiana (y a unos 90 de Roma), de unos 2 o 3000
habitantes, es decir nada turístico y todos los italianos mirándonos con
cara de "y éstos se han perdido dando vueltas por el Coliseo o qué", después
de haber caído una buena tormenta que dejó la cosa en unos 15ºC y bastante
frío. Al llegar nos encontramos un cartelito: "Fiesta de la música". Ah pues
es aquí. Aparcamos y llegamos a una explanada de 200 metros cuadrados con un
escenario ultracutre con cuatro focos, todo mojado y nada montado, y ni un
alma por allí. Nos acercamos y sale un señor mayor diciendo que no podemos
pasar. Le preguntamos por el concierto y nos dice que hoy no hay concierto
(entendemos, claro, que se ha suspendido por la lluvia). Le digo "pero hoy
tocaba Banco del Mutuo Socorso aquí" y el tío "sí sí". Que mañana sí, que
vengamos que habrá un espectáculo "molto bello" con "il cantante, Kimbo". Yo
pienso "no sabía que a di Giacomo le llamasen así"... y le digo "Ah,
Francesco di Giacomo" y me dice "sí sí". Pues vaya. Cabeza gacha y para
Roma. Total que, cuando ya nos íbamos a ir, nos colamos dentro del "recinto"
y nos acercamos a ver los carteles, y resulta que el tal festival de música
empezaba al día siguiente, no es que se hubiese suspendido. Y lo mejor: al
día siguiente, en efecto, actuaba Kimbo, sí. "Kimbo y sus mulatas del
Caribe" o algo así. La mandíbula en el suelo y la esperanza enhiesa de
nuevo. Menos mal, porque si me vuelvo a Barna y me entero que el concierto
se ha celebrado soy capaz de volver para localizar a este tío y morderle el
hígado.
Preguntamos a tres chicos que había por allí y nos dicen que en efecto
tocaban Banco esa noche, pero no ahí, sino en la plaza del pueblo, al otro
lado (unos 500 m).
Bueno, vamos para allá y efectivamente encontramos la plaza del pueblo y un
escenaro bastante más digno (pero tampoco nada del otro mundo, no dejaba de
ser un escenario de fiesta mayor de pueblo, desvencijado para salvar el
desnivel de la plaza), cuatro curiosos por allí dando vueltas y Francesco Di
Giacomo y Vittorio Nocenzi hablando con éste y con aquél con cara de "uy que
la lluvia nos va a fastidiar el concierto" (el Rodolfo Maltese no estaba, no
sé si ya no forma parte de la banda o qué). La verdad es que el panorama era
un poco desolador y desde luego distaba años luz de la majestuosidad que
tuve el gusto de presenciar en la Piazza del Campo hace tres años con
ocasión del concierto de la PFM.
Bueno, sin saber muy bien si el concierto se llegaría a celebrar por el tema
lluvia (y frío), nos fuimos a cenar. Una hora para que nos sirvieran un
trozo de pizza en un restaurante familiar claramente desbordado por las
fechas (fiesta mayor) y con el marido (camarero) y la mujer (tendera)
peleándose acaloradamente por las prioridades de la clientela. Vamos, que
nos sentíamos como en casa.
Yo particularmente devoré la (por otro lado excelente) pizza (servida justo
a la hora prevista de inicio del concierto), al fin y al cabo no iba a
dejar, después de 1500 km, 100 km más en coche de alquiler más las
tribulaciones de creer el concierto suspendido, que un trozo de pizza me
ciscara el principio del concierto de Banco. Ni hablar. Total que em fui
corriendo para la plaza y claro (y menos mal), llevaban retraso. Cuando
llego a la plaza me la encuentro bastante llena, con unas 200 sillas
colocadas frente al escenario y todas ocupadas, familias enteras con sus
hijos, abuelos, a alguna yaya sólo le faltaba ponerse a hacer calceta. Total
unas 500 o 600 personas, calculo (curiosos del fondo que no paran de hablar
y gente bastante fan sentada en las escaleras de la iglesia, a un lado del
escenario, incluidos). En fin, supongo que no saben lo que van a ver y en
diez minutos esto se vaciará. Qué va. Hasta las yayas de la calceta cantaban
RIP (lo juro). Esto demuestra que (y como ya pudimos comprobar en Siena)
musicalmente Italia está jugando la Champions League y España pugnando por
subir a segunda división.
Bueno, finalmente empezó el concierto. La intro en CD de "Di Terra" dio paso
a los músicos "advenedizos" que se fueron incorporando, hasta que finalmente
salió Vittorio Nocenzi (ovación de gala), que tocaba un piano de media cola
conectado de alguna manera a un teclado que le daba cola de cuerdas (como se
puede escuchar en muchos de sus discos), pero yo pensaba que el piano sería
también sintetizado y no, es acústico. O quizás sí tençia otro teclado y
utilizó sólo el piano en alguos momentos; desde mi posición no lo podía
apreciar. Más el mini moog de rigor. Se acaba la intro de Di Terra y atacan
un pequeño hit bailable para abrir boca, animar a la gente y demostrar a qué
habían venido allí: nada menos que los 20 minutos de Metamorfosi (para los
más banqueros, arreglo idéntico a la versión de los 90 del "Da qui messere
se domina la valle"). Cazi ná. Al final del tema sale Francesco di Giacomo a
cantar. Buf. Un individuo peculiar y entrañable, físicamente parecido al
abuelo de Pippi Calzaslargas, vestido con ropas desgastadas y gorro de lana,
vamos lo menos glamouroso como frontman que me he encontrado en mi vida y
sin embargo, y muy a su manera, con un carisma de aquí a Cincinatti. Eso sí,
te lo encuentras por la calle parado en una esquina y le echas 1 euro. Por
cierto, cojeaba bastante.
Pero amigo, cantó de una manera increíble, mucho mejor por cierto que en el
"No Palco", en donde se aprecian algunas carencias (creo que se acababa de
recuperar de una enfermedad o algo). Cuando hablaba con su pose hierática y
como que el concierto ni le iba ni le venía (aunque sí la música), se metía
al público en el bolsillo, haciéndoles reír con frases del tipo "bueno, esto
es un concierto o lo que sea de Banco del Mutuo Soccorso, no se pretende que
le guste a todo el mundo" o por ejemplo en un momento que citó a Laura
Pausini; yo no le entendí, pero tres o cuatro que tenía a mi izquierda se
estaban partiendo el pecho de muy buena gana.
El Nocenzi otro crack, pedazo de teclista como pocos, poquitos; dirigiendo a
la banda, hablando con el público también, trempando como un veinteañero con
la música de su grupo de toda la vida, su música... en fin, toda una
lección.
Bueno, el set list no lo recuerdo exactamente, pero se dejaron de
concesiones tipo "Moby Dick" y sacaron lo mejor de su artillería (aunque
cosa curiosa obviaron casi por completo el "Io sono nato libero" excepto
para su bis, el previsible y no por ello menos esperado "Non mi rompete"):
RIP, Il Ragno, algunos solos de los músicos (el del
clarinetista/saxo/flauta, que la verdad no aporta gran cosa al sonido de la
banda, fue espectacular), el tema dedicado a Emiliano Zapata... y
prácticamente todo el "Darwin", con mención especial, cómo no, para "750.000
anni fa... l'amore" que me hizo literalmente saltar las lágrimas. Menuda
interpretación. Final para la tarantella "Traccia" y el bis "Non mi
rompete". Si hubiesen tocado "Canto nomade" ya es que me pongo a bailar la
danza de la lluvia en medio de la plaza.
Los músicos muy en su sitio, atentos a cualquier gesto del maestro Nocenzi.
La formación oficial del No Palco: Filippo Marcheggiani a las guitarras (un
"chavalillo" -o como cuando lo presentó el di Giacomo 'questo ragazzo della
chitarra' - de pose de heavy de quinceañeras pero que cumplía a la
prefección dándole además un toque durillo a la cosa que no le quedaba nada
mal), Maurizio Masi a la batería, Tiziano Ricci al bajo (un músico que ya
lleva unos añitos con ellos) y Alsessandro Papotto a los vientos.
El público estuvo muy bien, era evidente que sabían lo que iban a ver e
incluso conocían al dedillo la música y las letras. Muchos papás y mamás de
50 años con hijos adelescentes a los que evidentemente les sonaba lo que
estaban escuchando, un poco fríos quizás en los aplausos para mi gusto, pero
bueno.
Lo dicho. Que me quiten lo bailao. Y el que venga atrás... que arree.
P.D. Nota para navegantes: harían un magnífico cabeza de cartel en Tiana...
|